Todos sentimos miedo de vez en cuando, sin importar la edad o lo valiente que seamos. El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.
Sal 56:3
Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
El miedo en sí es una respuesta innata, se da sin aprendizaje previo y su objetivo es protegernos de los diferentes peligros a los que podemos estar expuestos. Lo esencial es no sobre preocuparse ni sobreactuar.
Sal 118:6
El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?
Al sentir miedo, Nuestro cuerpo realiza una serie de pasos en forma automática. Nos está preparado para una acción rápida o un escape rápido. Los latidos del corazón aumentan para bombear más sangre a los músculos y el cerebro. Los pulmones toman aire más rápidamente para proporcionar oxígeno a tu cuerpo. Las pupilas de tus ojos se agrandan para que puedas ver mejor. Y tus sistemas digestivo y urinario comienzan a trabajar más despacio para que puedas concentrarte en cosas más importantes.
Isa 35:4
Decid a los de corazón temeroso: «Sed fuertes, no tengáis miedo. Vuestro Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvaros.
Si usted conoce a una persona miedosa, o usted tiene miedo por algo o alguien, permítame aconsejarlo. Escuche atentamente a la persona y acepte sus miedos, no minimizarlos ni restarles importancia, decirles que es algo normal, que todos alguna vez lo hemos sentido y ayudarlo con sabiduría y con la Palabra de Dios, a encontrar la manera de dominar ese miedo y entender qué hay detrás de ese sentimiento.
1Cr 28:20
David le dijo a Salomón: «Hijo, ¡ten valor, actúa con firmeza, y manos a la obra! No tengas miedo, porque el Señor Dios, mi Dios, siempre estará a tu lado, nunca te abandonará. Al contrario, él te ayudará hasta completar todo el trabajo que se necesite para el servicio del templo del Señor.
Es necesario explicar que cuando uno se siente acorralado, sin salida, sin una mano que lo respalde y piensa que ya llego su fin, aún hay oportunidades que Dios nos brinda para avanzar. Dios siempre quiere lo mejor para ti y para mí.
2Cr 20:15
Él dijo: «Presten atención ustedes, todo Israel y habitantes de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Así dice el Señor: “No tengan miedo y no pierdan la esperanza ante este gran ejército, porque esta guerra no es de ustedes, sino de Dios.
Dios conoces tus miedos, te conoce desde que te formo en el vientre de tu madre. En momentos de angustia, miedo, temor o dolor ve y acude a tu Padre Celestial sus brazos amorosos te darán la seguridad y confianza que estas necesitando.
Dan 10:12
Entonces me dijo: "No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido.
Recibe esta promesa de tu Padre amoroso que hoy te dice al oído estas palabras:
Isa 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Dios me los continúe bendiciendo,
Dubis Sáenz Cepeda. .><((((º>
Sierva y amiga de nuestro Señor Jesucristo.
Barranquilla, Colombia.
Sal 138:8
Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.
¿Tienes a Jesucristo en la lista de tus amigos?
Te invito a abrirle las puertas de tu corazón, y hacerlo tu amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.