Dios me los continue bendiciendo les saluda Dubis Saenz Cepeda,Pastora de la Iglesia Templo Familiar Vida y Restauración del Concilio de las Asambleas de Dios de Colombia. BIENVENIDOS a este blog, en el que encontraran un MENSAJE Y/O REFLEXION DIARIA basada en la Palabra de Dios. Nuestro deseo es el de animar, edificar, exhortar, levantar y restaurar a los que Dios permita que lean estos mensajes. Estamos en la Calle 65 No. 46-56 Barranquilla, servicio dominical de 9:30 a 11:30 am.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Si te llamo amigo(a).
lunes, 8 de noviembre de 2010
Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad.
La obediencia trae bendición para nuestra vida, pero el obedecer implica estar bajo autoridad. Dios demanda de su pueblo sujeción a Él y a sus autoridades terrenales.
Hay miles de jóvenes en la cárcel porque no tuvieron un padre que les enseñara a respetar la justicia y la verdad.
Hay miles de niños irrespetuosos e inseguros, porque sus padres no les enseñaron las reglas morales y divinas y a comportarse ante los superiores o mayores.
Hay miles de mujeres que han vivido torturadas y golpeadas, porque no han entendido el verdadero significado del respeto y la autoridad.
Hoy en día vivimos en una sociedad que desprecia cualquier autoridad. Con esta actitud se han criado muchos, pero esto no lleva a la bendición.
Nunca olvides que el Dios de la Biblia, el único Dios verdadero, es un Dios que todo lo ve. Sobre todo, es un Dios que lleva a cabo sus propósitos y va a usar a tu pastor, a tu líder, a tu madre, padre, o tu familiar o jefe, para que te den instrucciones que forman parte de los planes divinos para ti.
Si Dios te ha llamado a hacer algo, no pienses que es demasiado pequeño.
No pienses que es poca cosa compartir el evangelio con tu vecino o compañero de oficina.
No pienses que es poca cosa ofrendar para la obra del Señor.
No pienses que es poca cosa pasar tiempo en oración con tu familia.
No pienses que es poca cosa enseñar una clase de escuela dominical.
No pienses que es poca cosa dar un vaso de agua fresca al sediento.
¿Tienes un corazón rebelde, un corazón que se levanta en contra de cualquier autoridad?
Si este es tu caso, Ten cuidado con esa actitud; te va a alejar de lo que Dios quiere para tu vida. No es el camino a la bendición.
Rom 13:1-2(DHH)
Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que existen, fueron puestas por él.
Así que quien se opone a la autoridad, va en contra de lo que Dios ha ordenado. Y los que se oponen serán castigados;
Cuando nos ceñimos a los principios de la Palabra de Dios, tenemos vidas bendecidas, prosperadas, tenemos la cobertura, la protección de Dios sobre nuestras vidas. Y caminar bajo autoridad es algo precioso, es algo que embellece, no empobrece.
La autoridad siempre deberá ejercerse con un espíritu de mansedumbre, de servicio y de respeto a aquellos sobre los cuales nosotros ejercemos autoridad.
Dios está levantando una generación de hombres y mujeres de integridad, de responsabilidad, que se sujetan y aman a sus autoridades y hoy nos invita a ser uno de ellos.
Dios me los continúe bendiciendo,
Dubis Saenz cepeda.
Sierva y amiga de nuesto Señor Jesucristo.
Barranquilla, Colombia.
¿Tienes a Jesucristo en la lista de tus amigos?
Te invito a abrirle las puertas de tu corazón, y hacerlo tu amigo.
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Heb 13:3
Preocúpense por los hermanos que están en la cárcel y por los que han sido maltratados. Piensen cómo se sentirían ustedes si estuvieran en la misma situación.
domingo, 7 de noviembre de 2010
¡Oh, si mi pueblo me oyera!
En nuestra vida hay muchas cosas que no nos permiten oír o escuchar claramente la voz de Dios, esas cosas son las que tú sabes muy bien que están ahí guardadas en tu corazón y que no le agradan a Dios. Hablamos de enemistades, rencores, celos, envidias, disensiones, pleitos, fornicación u otra obra que en lugar de beneficiar a tu espíritu, está alimentando los deseos carnales. Y a menos que nuestros oídos estén abiertos por el Espíritu de Dios, no tenemos oídos para oír.
Si mi pueblo me hubiera escuchado, y hubiera vivido como yo quería, .... Sal 81:13
Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo. Romanos 10:17
Mientras que con los oídos se escucha la Palabra de Dios, con el corazón se “entiende”, de esta forma se logra una aceptación de la Palabra de Dios con el corazón.
“Una mujer llamada Lidia... nos estaba escuchando. El Señor abrió su corazón para que aceptara las cosas que Pablo decía”
(Hch 16,14).
Hay gente que tiene el entendimiento “encubierto” y no pueden “entender”, no porque la Palabra sea algo difícil de entender, sino porque sus corazones están engrosados, duros, no permiten que la semilla de la Palabra crezca.
“Mirad, pues, cómo oís” (Lucas 8:18).
Un buen cristiano se esforzará al máximo para que nada ni nadie le separe del Señor, pues tiene oídos, ojos y boca para estar en sintonía con la Palabra de Dios.
Tenga cuidado de lo que entra en sus oídos. Porque eso lo marcará; tendrá sus efectos en usted. A los que son oidores fieles de la palabra y hacedores de la obra. Cristo los reconocerá como sus familiares.
Dios me los continúe bendiciendo,
Dubis Saenz C.