“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio”. por Madre Teresa de Calcuta.
La palabra fruto viene del hebreo perí de H6509; fructífero, fruto, galardón, descendencia, rama, sementera. H6509, pará raíz primaria; llevar fruto:aumentar, crecer, fértil, fructífero, fructificar, dar fruto, multiplicar, producir, retoñar.
La palabra fruto viene del griego Karpós καρπός probablemente de la base deG726; fruto (como arrancado):- resultar en beneficio, descendencia, fruto. G726jarpázo ἁρπάζω de un derivado de G138; apoderarse de (en varias aplicaciones):- apoderarse, arrebatar. jairéomai αἱρέομαι probablemente afín a G142; tomar para uno mismo.
Dios en su Palabra usa figuras o simbolismos para ilustrarnos y mostrar de una manera sencilla su Palabra. Compara al hombre con el árbol que da fruto, porque hemos sido creados para dar de lo que recibimos. El árbol frutal de manera natural deja caer sus frutos, o deja que otros arranquen y disfruten de sus frutos. El árbol frutal sabe que fue creado para ser fructífero, dejar descendencia, ser productivo, ser de beneficios a otros.
Sal 1:3
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Cuando viajamos o caminamos por el parque y vemos muchos árboles y deseamos saber qué clase de árbol es, tú y yo los miramos y de acuerdo al fruto los identificamos. Sabemos que es de mango por los mangos, sabemos que es una bonga por su altura y sus inmensas ramas que dan sombra a grandes distancias. El árbol se conoce por sus frutos; entonces que la Palabra de Cristo sea “apoderada” de tal modo en nuestros corazones que podamos ser fructíferos en toda buena palabra y obra. Nadie da lo que no tiene. No se puede conducir a nadie por el camino de la santidad sin caminar previamente por ese camino. No se puede dar sombra o dar protección, si el egoísmo aun vive en tu corazón. No se puede dejar discípulos, sin que primero se predique y enseñe la Palabra.
Pro 11:30-31
El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio. Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡Cuánto más el impío y el pecador!
Recordemos que nosotros fuimos elegidos por Dios para dar fruto y ese fruto permanezca. Cuidemos con mucho celo y amor esta hermosa responsabilidad que se nos ha encomendado. Cada uno deja un fruto que, bueno o malo, constituye su recompensa.
Juan 15:16
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Dubis Sáenz Cepeda. .><((((º>
Sierva y amiga de nuestro Señor Jesucristo.
Barranquilla, Colombia.
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